Monitoreo CDC
La asociación Centro para Defensa del Consumidor -CDC-, se solidariza con las personas afectadas y damnificadas por el desastre nacional a causa de las tormentas de los últimos días.
CONTEXTO:
Las políticas de ajuste estructural y el modelo neoliberal, nos dejaron como herencia el desmontaje del aparato productivo agrícola y la dependencia en la compra, entre otros, de productos de la canasta básica alimentaria. Por otro lado, la creciente industrialización, el inexistente ordenamiento territorial, ha colocado al país en el primer lugar en el mundo con relación a la vulnerabilidad medioambiental. Sumamos a ello, los embates de la crisis internacional que no se superan aún.
El Salvador de forma frecuente es afectado por fenómenos naturales, los que han dejado daños en la infraestructura vial, en la producción de granos básicos y luto en muchas familias que no sólo han tenido pérdidas materiales sino humanas, dada la condición de vulnerabilidad en las zonas donde habitan.
En situaciones de emergencia o calamidad, las personas consumidoras hemos tenido que enfrentar prácticas de especulación y el acaparamiento de alimentos o bienes esenciales. En ese sentido se requiere un Estado fuerte y eficaz que trabaje por asegurar el derecho humano a la alimentación de los y las salvadoreñas y de forma especial de los sectores más vulnerables como son los niños, niñas y madres cabezas de familia.
Para citar un ejemplo: El impacto de la tormenta Agatha, que en el año 2010 afectó principalmente las cosechas de maíz y frijol, modificando las metas de producción del año agrícola 2010-2011. Esta situación, fue aprovechada por los acaparadores y especuladores para obtener desproporcionadas ganancias, lo cual ha puesto en riesgo, hasta el derecho humano a la alimentación por los aumentos desmedidos.
Monitoreo de precios de la canasta básica:
El CDC, con el apoyo de las Asociaciones Locales de Personas Consumidoras ha realizado un monitoreo de precios de alimentos básicos en diferentes puntos de comercialización del país.
Al comparar el comportamiento que los precios experimentaron durante los meses de agosto y septiembre, es clara la tendencia a la baja. Sin embargo, la coyuntura actual se presta para prácticas de acaparamiento y especulación que derivan en aumentos en el costo de la vida.
Las variaciones más significativas se corroboran en los precios de la libra de maíz y la de frijol rojo de seda que presentan un aumento promedio de $ 0.10, $0.20 y $0.15 respectivamente, en comparación con las cifras oficiales divulgadas, y que pueden observarse en el gráfico 1. El mismo gráfico muestra como los datos recopilados aún no muestran las alzas en el precio del arroz.
Es importante mencionar algunos casos específicos reportados. El maíz ha pasado de costar $0.30 a $0.65 la libra en el municipio de Nejapa y la libra de frijol alcanzó nuevamente el precio de $1.25 por libra en Santiago Texacuangos.
El mismo municipio reporta $0.30 por unidad de cebolla, representando un incremento de $0.15 en este producto. La libra de papa pasó de costar $0.25 a $0.50, mientras algunos comerciantes ofrecen la unidad de plátano $0.15 más cara que en localidades como Zacatecoluca. La tendencia de precio en estos productos y los datos promedio reportados pueden observarse en el gráfico 2.
El incremento en el precio de los alimentos básicos se deriva en algunos casos de prácticas de especulación, en las cuales las proyecciones de pérdidas de cultivos, daños en la infraestructura de comercialización y una inminente escasez de granos y verduras son aprovechadas por los comerciantes, que elevan los precios aunque exista aún inventario suficiente para satisfacer la actual demanda.
Un ejemplo claro de esta situación es la que experimentan las familias de los municipios de Tacuba y Apopa, que reportan un incremento del 100% en el precio del quintal de maíz, el cual ha pasado de costar $15 a $30.
Por lo anterior descrito, y en el contexto de la declaración de Estado de calamidad pública:
A LA DEFENSORÍA DEL CONSUMIDOR.
- Felicitamos a las autoridades de Estado en su reacción frente a dicho evento, el accionar de la Defensoría del Consumidor y la activación del Sistema Nacional de Protección al Consumidor, sin embargo, instamos a que el mismo, pueda desplegarse a nivel nacional, a efecto de monitorear permanentemente garantizando que bienes intermedios y finales de uso o de consumo y servicios esenciales (Alimentos, agua, energía, transporte, medicinas, entre otros), no se continúen afectando por prácticas abusivas como la especulación y el acaparamiento.
- Proponemos que dada la gravedad de los sucesos y las ya detectadas alzas especulativas, se aplique lo establecido en el Art. 58 de la Ley de Protección al Consumidor. En Estado de Emergencia Nacional, se faculta a la Defensoría del Consumidor a que fije o modifique los precios de aquellos bienes o servicios esenciales a efecto de garantizar la defensa del interés de las personas consumidoras,derecho establecido en nuestra Constitución.
- Expresamos nuestra voluntad de apoyar a la ciudadanía para la defensa de los derechos de las personas consumidoras, en especial los de la población con mayor vulnerabilidad.
- Las crisis son oportunidades de construcciones diferentes. Que esta oportunidad sea aprovechada para la elaboración de políticas públicas de prevención y sobre todo de creación de paradigmas de desarrollo que modifiquen la estructura que nos convierte en el país mas vulnerable del mundo en materia medio-ambiental, de acuerdo a estudios realizados por Naciones Unidas.
Nos solidarizamos con las familias que se han visto afectadas por estos fenómenos climatológicos y llamamos además a un proceso de reconstrucción conjunto, incluyente, que fortalezca las capacidades del Estado, con la finalidad que garantice vida digna para su población.
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Comunicado de prensa: Especulación encarece alimentos y productos de primera necesidad |