CDC se pronuncia ante muertes por semilla mejorada

A causa de la necesidad, una familia se intoxica por consumir semillas mejoradas. Dos menores murieron. Madre y padre se encuentran hospitalizados.

Nuevamente, queda de manifiesto que la pobreza en El Salvador llega a niveles alarmantes. Un padre en su desesperación por no tener empleo le dice a su esposa que "lave bien" las semillas de maíz con aditivos de plaguicidas y fungicidas para que su familia pueda comer tortillas.

El triste desenlace deja una hija y un hijo muertos, además, resultaron intoxicados cinco personas más, entre ellas los padres de los fallecidos y tres menores más, hijos de la misma familia.

Las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganaderia MAG, no tardaron en desmarcarse de la responsabilidad, argumentando que la semilla mejorada de maíz, que en este caso contiene carbamato un componente tóxico, está debidamente etiquetada en el saco, por tanto la información sobre el peligro de consumirla se encuentra presente.

Sin embargo, el Centro para la Defensa del Consumidor (CDC), considera que lo que ha ocurrido es mucho más complejo.

"Una familia, que por necesidad, y aún a sabiendas de los riesgos, consume una semilla de uso exclusivo para el cultivo, nos da un mensaje claro de que en El Salvador los niveles de pobreza son alarmantes y lo que pasa es que el derecho al consumo como tal no está siendo garantizado.

Esto es fundamental, no se puede hablar, por tanto, de derecho a la información si antes no se cumple el derecho más esencial a consumir alimentos" dijo Nayda Medrano, directora ejecutiva del CDC en una conferencia de prensa en la que participó todo el personal de la institución.

De acuerdo al CDC, la política pública del otorgamiento de semilla mejorada tiene varios aspectos cuestionables, en primer lugar, con las compras estatales de este tipo de productos, que luego es repartido a los agricultores, se beneficia a grandes empresas transnacionales involucradas en la elaboración de insumos agrícolas, tales como los pesticidas, herbicidas, semillas transgénicas, etc.

En segundo lugar, resulta incomprensible como durante toda la historia de la humanidad las semillas que se cultivan también se han podido consumir, pero hoy resulta que los granos son tóxicos y sólo pueden ser sembrados.

La institución considera que se necesita una desconstrucción de todo un sistema de producción agrícola que funciona únicamente con el propósito de acumulación de capital de unos cuantos sectores y no bajo la lógica de garantizar el acceso a los alimentos a la población.

En este sentido, el CDC considera urgente:

Priorizar las economías locales y nacionales, otorgar el poder a los campesinos para potenciar la agricultura familiar y la pesca artesanal, en la lógica que la producción alimentaria, la distribución y el consumo se basen en la sostenibilidad medioambiental, social y económica.

Promover el comercio transparente, que garantice ingresos dignos para todas las personas productoras, la garantía al derecho humano al consumo y el respeto de los derechos de los consumidores a efecto que tengan autonomía en su propia alimentación y nutrición.

Finalmente, garantizar el respeto a la gestión sustentable de la tierra, del agua, de la semilla criolla y la biodiversidad.

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Comunicado de prensa: CDC cuestiona política pública de entrega de semilla mejorada a familias de escasos recursos.