Ante la irresponsabilidad del gobierno de Antonio Saca de no pagar $25 millones adeudados, las distribuidoras eléctricas cobrarían la tarifa, sin subsidio, en junio.
En medio de la crisis económica, y producto del manejo irresponsable de las finanzas públicas por parte del actual gobierno, muchos hogares salvadoreños podrían enfrentar incrementos en la facturación de servicios esenciales como la electricidad y el agua potable, aumentos que deteriorarán aún más la economía familiar.
“Si uno fuera mal pensado, podría fácilmente pensar que todos estos problemas son puestos de manera maquiavélica por el actual gobierno como un campo minado para el próximo gobierno que tomará posesión en unos pocos días”, declaró a diversos medios de comunicación Armado Flores, director ejecutivo del CDC.
“Hay un déficit fiscal de $1000 millones, algo sin precedentes en la historia del país, el gobierno ha contraído millonarias deudas con proveedores en el sector salud, transporte y ahora resulta que tampoco hay dinero para pagar el subsidio eléctrico para las familias que más lo necesitan y por ahí se vislumbran problemas con el subsidio en el servicio de agua potable que también se tendría que ajustar”, acotó.
De acuerdo a cálculos del CDC, las familias que consumen 49 Kwh al mes tendrían un incremento promedio en su facturación de un 185% y en el caso de consumir 99 Kwh la factura se incrementaría, en promedio, un 171%.
A manera de ejemplo: Un hogar de la zona oriental del país, cuya distribuidora eléctrica sea EEO y con un consumo de apenas 49 Kwh al mes, podría estar pagando, hasta ahora con el subsidio, $4.72 mensuales, sin embargo, al eliminar el subsidio, el gasto asciende a $13.70, es decir un incremento del 190%.
Hay que tomar en cuenta que este gasto energético correspondería a familias con ingresos bajos, con apenas unos pocos electrodomésticos y un incremento de tal magnitud las afectaría sensiblemente.
Sobre cual debería ser el papel de las empresas distribuidoras ante esta situación, el director del CDC dijo lo siguiente:
“No nos parece, no aceptamos y no es buena señal que las empresas estén trasladando este problema: Las distribuidoras eléctricas han tenido, durante años, importantes ganancias, en tiempos de bonanza y, ahora, en tiempos de crisis, no pueden esperar que van a ganar lo mismo. Los jugosos salarios de los altos ejecutivos no son coherentes con los tiempos de crisis.
Es tiempo de mejorar la regulación del sector eléctrico y estas empresas que deberían optimizar sus costos, incluyendo, los onerosos salarios de sus altos ejecutivos y así contribuir a paliar esta situación.
Las empresas no pueden aplicar la tarifa, sin subsidio, sin importarles las consecuencias políticas, sociales y económicas que dicha medida generará, deben ser partícipes en la búsqueda de soluciones y llegar a acuerdos con el gobierno saliente y entrante para no provocar inestabilidad.