La Red organizó diversas actividades en la víspera del Día de la Cruz que anuncia la llegada del invierno y el inició de la siembra.
Entre frutas, verduras, tamales, café, plantas, abono orgánico, semitas, ceviches, miel de abeja charramuscas, artesanías y medicinas naturales, se inauguro el foro-feria de la Red Ciudadana frente a los Transgénicos en El Salvador, en el parque San José de la Colonia Centroamérica al norte de la capital.
Para nosotros es una alegría la caída de las primeras lluvias, ya que nos señala que es hora de comenzar la cosecha, expresó un productor de Chalatenango, que llegó a la feria a vender pepino, cebolla y guisquiles orgánicos a precios accesibles.
Él al igual que Roberto Guardado, quien participó en el foro “Economía solidaria frente a la crisis agroalimentaria en El Salvador”, con la ponencia “El día del mercado comunitario”, viven en la Comunidad Ignacio Ellacuria y forman parte de una red de productores en el departamento de Chalatenango.
En su ponencia Guardado, del Comité de Comercialización de Guarjila, contó la experiencia de la comunidad, la cual produce frutas y verduras cultivados con abonos orgánicos, vendemos productos libres de químicos, dijo satisfecho y orgulloso.
Edith Campos, otra ponente que habló sobre “Los transgénicos y la crisis agroalimentaria en El Salvador”, expresó que la agricultura orgánica es una alternativa viable y saludable frente a los alimentos transgénicos. Los transgénicos únicamente representan una amenaza para el medio ambiente, para la economía de las y los productores que tienen que compran semillas, fertilizantes y plaguicidas a precios caros y un grave daño a la salud. Hay que mejorar los programas de protección social y crear mercados solidarios, donde se le ayude al productor directamente sin intermediarios y al mismo tiempo, la gente compre alimentos orgánicos, dijo Edith Campos de la Red.
Wilmer Barrientos de Cáritas, Santa Ana, explicaba que es la economía solidaria en El Salvador, tema de su ponencia, al concluir, pregunto a los asistentes si comprendieron el nuevo concepto, una señora proveniente de Cojutepeque, departamento de Cuscatlán, le dijo “ Yo entendí que eso es humanismo, solidaridad, nos ayudamos unos con otros, trabajamos, compartimos lo que ganamos con nuestras comunidades y eso es bueno”.