Ministerio del Medio Ambiente, aprobó reglamento que permite al CENTA cultivar maíz transgénico prohibido en Europa.
La Red Ciudadana frente a los Transgénicos, denunció que el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) sembrará parcelas demostrativas de tres tipos de variedades de maíz transgénico, una de ellas prohibida en Francia.
El pasado 1 de julio el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) aprobó un reglamento sobre Manejo seguro de los Organismos Genéticamente modificado, con el propósito de agilizar y facilitar su ingreso al país.
El gobierno, da este paso, sin contar con una política y una ley de Bioseguridad, tal como lo determina el marco regulatorio internacional a través del Protocolo de Cartagena, señalaron las y los miembros de la Red, al mismo tiempo, que recordaron que en el 2004, presentaron un anteproyecto de la Ley, el cual aún no han aprobado en la Asamblea.
Por su parte, explicaron que el reglamento autorizado, permite que el CENTA pueda hacer evaluaciones experimentales y parcelas demostrativas de maíz transgénico de la empresa Monsanto.
Las tres variedades a experimentar de Monsanto son: el Maíz Yieldgard- Roundup, el Maíz Roundup Ready y Herculex 1, en los sitios de Santa Cruz Porrillo, Izalco y San Andrés, respectivamente. El Maíz Roundup Ready, también conocido como Mon 810, fue prohibido en enero 2008 por el gobierno francés.
De acuerdo a investigaciones científicas la dispersión de polen en los cultivos de ese maíz es de varios kilómetros y puede contaminar por polinización cruzada otros maíces de cultivo tradicional y orgánico. Así como, cultivos destinados a la alimentación humana, y provocar diversos efectos tóxicos en algunas especies de insectos, expresaron.
A juicio de las y los representantes de la Red, entre ellos el Centro para la Defensa del Consumidor (CDC), el Ministerio no esta cumpliendo con su responsabilidad de Protección y conservación del Medio ambiente, tomando como base el principio de precaución y el Convenio de Diversidad Biológica, al autorizar estos reglamentos y al no pronunciarse contra la derogación decretos.
Tal como sucedió el pasado 30 de abril, cuando los partidos ARENA, PCD y PCN, eliminaron el artículo No. 30 de la Ley de Semilla, permitiendo la utilización de semillas genéticamente modificadas o transgénicas, a pesar que que se han demostrado problemas para la biodiversidad debido a los peligros por contaminación genética de los cultivos nativos y a la salud.
La Universidad de Kansas publicó en abril un estudio que muestra que la producción con cultivos transgénicos (soya, maíz, algodón y canola) en Estados Unidos durante los últimos tres años fue menor que en la época anterior a la introducción de transgénicos. Al respecto, la empresa MONSANTO declaró al periódico The independent, en el mismo mes que “los transgénicos no están diseñados para aumentar la productividad”.
Sin embargo, Monsanto fue una de las principales empresas con interés de introducir transgénicos y modificar el marco regulatorio en El Salvador, ya que se vincula directamente con la compra de la Empresa Semillas Cristiani Burkard por un costo de $135 millones de dólares con la cual controlará el 70% del mercado salvadoreño y centroamericano en venta de semillas e insumos agrícolas.
En ese sentido demandan que se desarrolle e implemente urgentemente un programa Nacional de Información sobre los riesgos que se pueden ocasionar al consumir, comprar y producir Organismos Genéticamente Modificados (transgénicos).
Y que la Defensoría del Consumidor, aborde el tema del etiquetado de los alimentos transgénicos con responsabilidad, garantizando el derecho que poseen las personas consumidoras a la información, a la elección y a la protección de su salud, exigiendo a las empresas productoras, importadoras y distribuidoras de alimentos modificados genéticamente el cumplimiento del artículo 28 de la Ley de Protección al Consumidor sobre el envasado y etiquetado de organismos modificados genéticamente.