Alarmantes contenidos de sal y azúcar en cereales

La investigación fue realizada con 12 muestras de cereales provenientes de Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y El Salvador.

Ante la ausencia de políticas públicas y la fragilidad institucional que aseguren la vigilancia de la calidad nutricional de los alimentos que consume la población, especialmente la niñez, aunado a la alta incidencia de sobrepeso y obesidad en los países de la región centroamericana, la Red Consumidores en Acción de Centroamérica y el Caribe (ConSuAcción), de la cual el Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) forma parte, realizó, recientemente, una investigación que analiza la calidad nutricional de los cereales.

La investigación analizó muestras 12 de cereales de las marcas Kellogg's y Nestlé provenientes de Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y El Salvador y, con base en normas internacionales sobre contenido nutricional de los alimentos, se detectó que estos productos, lejos de ser parte de una dieta balanceada y saludable, constituyen un grave peligro, ya que su consumo diario puede ocasionar graves daños a la salud.

Se realizaron dos tipos de análisis; el análisis del etiquetado nutricional y el análisis del laboratorio, este último fue efectuado en un reconocido laboratorio del país. En dicho análisis se determinó el contenido de sal y azúcar de cada una de las muestras, las que posteriormente fueron comparadas con el etiquetado contenido en las presentaciones de cada uno de los cereales, a manera de determinar que tan confiable es la información proporcionada al consumidor.

El análisis del etiquetado se efectuó tomando como referencia la Guía Técnica del Semáforo de Colores de la Agencia de Normas de Alimentos del Reino Unido, la cual establece indicadores sobre cantidades de sal y azúcar, a través de colores, para el caso: el color verde es igual a bajo contenido, ya sea de sal o azúcar, anaranjado significa contenido medio y rojo contenido alto.

Algunos de los principales hallazgos son los siguientes:

  • 10 de las 12 muestras de cereales tienen un contenido alto de azúcar. 4 de las 12 muestras presentan alto contenido de sal, y las 8 restantes se ubican en el nivel medio. El estudio determinó que 3 de las 4 muestras que poseen altos contenidos de sal son de la marca Kellogg's. El cereal Choco Zucaritas de Kellogg's comprado de Costa Rica posee, en su conjunto, altos contenidos de sal y azúcar, que lo convierten en el menos saludable de todos.
  • Los análisis de laboratorio establecieron que varios cereales tenían una cantidad mayor de sal a la reportada en la etiqueta; este es el caso del Rice Krispis (Kellogg's), comprado en Honduras, que reportó un 41% más de sal; Zucaritas (Kellogg's), adquirido en Panamá, se encontró con un 86.6% más de sal; y Choco Zucaritas (Kellogg's), proveniente de Costa Rica tenía 109% más de sal en comparación con lo declarado en la etiqueta.
  • Ante esta grave amenaza a la salud de la población, principalmente de niñas y niños, la Red ConSuAcción y el Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) hacen un llamado al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, Defensoría del Consumidor y autoridades pertinentes a implementar cuanto antes las siguientes recomendaciones:
  1. La implementación de una normativa, como el semáforo nutricional de colores u otras iniciativas, de manera que las personas consumidoras cuenten con información que les permita decidir el consumo de alimentos en base a su calidad nutricional.
  2. La promulgación de una regulación que establezca una reducción del contenido de sal y azúcar en los alimentos procesados, y que determine responsabilidades de las empresas por incumplimiento del etiquetado nutricional.
  3. Promover un reglamento sobre los enunciados nutricionales y de propiedades saludables que realmente protejan a los consumidores y consumidoras; esto debería proporcionar las advertencias que sean necesarias cuando el consumo regular de algunos productos pueda representar riesgos a la salud, especialmente, la de la población infantil.
  4. Implementar campañas de educación, información y comunicación al consumidor y consumidora sobre principios de alimentación saludable y sobre el uso y lectura apropiada del etiquetado nutricional y, de esta manera, prevenir las enfermedades crónicas de la población.