La Alianza de las Organizaciones de la Sociedad Civil por la Soberanía y Seguridad Alimentaria Nutricional NUTRES, brindó este martes 29 de marzo, una conferencia de prensa denominada: “Crisis ambiental e impactos en la soberanía y seguridad alimentaria de El Salvador” en la que se abordó la grave situación ambiental que el país atraviesa causada primordialmente por el cambio climático y que ha incrementado la temperatura del planeta.

El cambio climático ya es una realidad en nuestro país. El Salvador enfrenta ya cuatro años consecutivos de sequías meteorológicas, en los años 2012, 2013 y 2014 se registraron sequías meteorológicas fuertes. La sequía meteorológica de 2014 alcanzó 31 días secos consecutivos, la de 2013 llegó a 23 días y la del 2012 sumó 32 días secos.

Las sequías generan fuertes impactos en la producción agrícola y seguridad alimentaria de la población. Sólo en 2014, las pérdidas en agricultura producto de la lluvia deficitaria ascendieron a más de USD$ 70 millones y en el 2015 se calcula que hubo pérdida arriba de USD$ 75 millones.

Esta situación genera precios volátiles en los alimentos tanto en el campo como en la ciudad. Los primeros impactos se sienten en aquellas zonas que son más afectadas por la sequía. Y aunque todavía no han existido escases de alimentos, el problema de la especulación y acaparamiento se hacen notar. Además se ha visto afectado el recurso hídrico, el que sin duda puede poner en riesgo la soberanía alimentaria y nutricional en el país.

Ante dicha situación las organizaciones pertenecientes a la Alianza Nutres consideran que:

• Nuestro país no se debe continuar con la excesiva explotación de recursos como el agua, tanto de industrias como agro industrias.
• La Asamblea Legislativa debe incorporar en la Constitución Política el reconocimiento que la alimentación y el agua es un derecho humano además de aprobar la Ley General del agua y Ley de Soberanía, Seguridad Alimentaria y Nutricional.
• El Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales MARN debe de inmediato prohibir toda deforestación y tala de árboles en zonas urbanas y rurales, a fin de defender no sólo la integridad de cuerpos de agua y acuíferos que todavía no han desaparecido, sino también el clima de la zona y no contribuir más al cambio climático.
• El MARN en alianza con Alcaldías y empresas responsables deben impulsar un plan de arborización en todo el país con el propósito de rehabilitar el territorio nacional asi como garantizar que no se continúe contaminando los cuerpos de agua y que el agua que se suministra a la población, sea de calidad necesaria.
• Valorar el importante papel que desempeñan los pequeños agricultores/as al conservar las semillas criollas, su conocimiento y la lucha por la defensa de las semillas, las cuales son una garantía de la preservación de la vida y la cultura de las comunidades.

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